sábado, 12 de octubre de 2013

La juventud se apoderó del festival de danzas Elay Puej

Vistosos trajes, ritmos orientales, coreografías alegres y muchos rostros jóvenes marcaron la XXIII versión del espectáculo folclórico regional Elay Puej, organizado por el Proyecto Cultural Paitití, a la cabeza de Héctor Molina.

Anoche, durante más de dos horas, cerca de 1.000 bailarines le pusieron color y brillo a la explanada del Parque Urbano, que se movió al son de la música chiquitana, el sarao, el carnaval y otros ritmos propios de la región.

A las 20:00 el ballet Kerembas abrió el espectáculo al ritmo de los tobas, para luego hacer una segunda presentación con dos carnavales, El carretero y Jumechi, interpretados por la Orquesta Sinfónica Municipal y la canción Tierra de colores, de Animal de Ciudad, representando así la forma de hacer vivir el folclore en el Siglo XXI.

El grupo Cambas Renovados, el colegio Sagrado Corazón, el ballet Nuestra Tierra, el colegio Edén, Marcelino Champagnat, Ballet Cabeterú, Arakuarenda y el colegio Zenobia Aponte también participaron del festival, y fueron aplaudidos por el público que colmó las graderías que se dispusieron para la ocasión.

La dinámica

Los organizadores del festival preseleccionaron a los grupos participantes y siguieron de cerca sus ensayos con el objetivo de garantizar la calidad de las presentaciones.

Cada grupo tuvo 10 minutos, cronometrados en una pantalla led, para recorrer una distancia de 120 metros. En medio de las intervenciones, Molina dio ‘cátedra’ sobre las culturas del oriente boliviano, ya que el festival, además de ser un espectáculo público, es Patrimonio Municipal de Cultura.



Para destacar

El Elay Puej empezó puntual y, a diferencia de otros espectáculos al aire libre, en este primó el orden y la seguridad.

“Estuvo bonito y variado. Algunos ballets alcanzaron notas sobresalientes y otros aún están pagando derecho de piso”, manifestó Molina, a tiempo de anticipar que el evento podría dar un ‘salto espectacular’ el próximo año.

Bajo el lema ‘Primero lo nuestro’, el festival folclórico de danzas demostró que tiene un rostro joven, sonriente y orgulloso de sus orígenes

PARA TOMAR NOTA

Reivindicando tradiciones

Según la convocatoria, los trajes y las coreografías tenían que ser fieles a las tradiciones.

CON APOYO MUNICIPAL

El gobierno municipal cubre el 70% de los costos de organización del festival.

BUEN PÚBLICO

Familias enteras y barras de los colegios participantes colmaron las graderías.

MONTERO DIJO PRESENTE



El colegio Gabriel René Moreno de Montero participó del festival. La gente los aplaudió.


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