domingo, 6 de enero de 2019

El 6to. Festival Tupiza Internacional anuncia un menú variado y de calidad

En 12 años de insistir con tenacidad, primero en Coroico, municipio turístico del departamento de La Paz, y ahora en Tupiza, la Bella joya de Bolivia, la construcción de un festival con sello, estilo y personalidad sincréticamente bolivianas nos llama a efectuar una breve evaluación. En principio entendemos que en nuestro país se ha perdido la fe en el quijotismo, en la pasión y en el amor por una actividad poco comprendida como es la música. Entendemos y humildemente que al ser el nuestro un país plural tan diverso, es difícil llenar el gusto culinario o el gusto musical de nuestros compatriotas. Por ello nosotros insistimos en el término medio. Ofrecemos a nuestro público un pique macho o un picante surtido que les gusta a moros y cristianos, a oficialistas y opositores. A propósito. También estamos persuadidos que la cultura, la música deben estar siempre blindadas ante la política, al margen de ella… Muchas veces el festival recibe críticas exaltadas solo porque el alcalde de turno está haciendo una gestión que no conforma a todos o porque es de uno o de otro partido político. Sin embargo, esperamos que el Estado nacional asuma la importancia de consolidar a nuestra música, al folclore nacional, como el segundo motor del alma nacional. Entendemos que el deporte, el fútbol, unen a los bolivianos, pero también lo hacen nuestros artistas que además salen al exterior, triunfan por goleadas y en Bolivia nadie se entera y menos festeja.

Tupiza Internacional es un festival folclórico donde nuestros artistas son estelares a pesar que los bolivianos y nuestros queridos hermanos tupiceños prefieran a los argentinos y se dividan en fanáticos de River y Boca. En eso debemos trabajar todos los bolivianos, en recuperar nuestra auto estima y sentirnos orgullosos de nuestra identidad. Para nosotros el folclore es lo mejor que tenemos. Este año casi se nos agota el repertorio de artistas nacionales consagrados, ya con el grupo Bolivia, con Bonanza, están todos. Nos faltaría Wara, grandes iconos de nuestra música que por ahora andan divorciados, ojalá podamos llevarlos unidos. Este festival, gracias a la transmisión televisiva, debe convertirse además en el gran escaparate, la vitrina de nuestros artistas y tenemos que lograr lanzar nuevos artistas. Este año le toca a Morena Herrera. Sabemos que falta mucho por hacer, por lo menos mientras dure el convenio con el municipio de Tupiza. Y ojalá surjan otros amantes de lo nuestro que asuman la posta y voy a decir otra verdad que a nuestra querida Ministra de Culturas quizá no le guste escuchar: El Festival Tupiza Internacional en su quinta versión convocó a más turistas, sobre todo extranjeros, que el propio Dakar.

LA CARTELERA

Viernes 11 de enero:

- Los Galos De Chile

- Los Grillos

- Morena Herrera

- El Negro Palma

- Jambao de la Argentina

Sábado 12 de enero:

- Vale cuatro de la Argentina

- Arawik del Ecuador

- Bonanza

- Grupo Femenino Bolivia

- Tambo Tambo de la Argentina

* Rilver Herbas es organizador del evento.

jueves, 3 de enero de 2019

Artista orureño realza música boliviana

Iver Sergio Villarroel Loayza nació en la ciudad de Oruro el 30 de agosto de 1983, salió bachiller del Colegio Comibol y es técnico medio automotriz, también estudió Derecho en la Universidad Técnica de Oruro (UTO), pero aparte de ello siempre tuvo una inclinación innata hacia la música, ahora es un gran artista reconocido a nivel nacional.

Desde muy pequeño fue amante de la música, pero más propiamente a los 15 años sintió esta gran pasión, gracias a los eventos culturales que se realizaban en el establecimiento educativo al que pertenecía. También participó en eventos intercolegiales de canto donde pudo sacar a flote su gran habilidad en la música especialmente en el canto, integrando agrupaciones con amigos provenientes de otros colegios.

Villarroel cuenta que en el barrio donde vivía se reunía con amigos para tocar la guitarra e interpretar canciones, un hobby y una manera muy sana de disfrutar una reunión con amigos que incluso hubo ocasiones en las que llegaban desde Llallagua para compartir.

Es ahí donde inició la historia, aprendiendo a tocar la guitarra y también la percusión gracias a los bellos momentos que disfrutaba de la compañía de sus amigos.

La trayectoria del músico orureño inicio el año 1998 cuando fue parte del grupo Lejanía, posteriormente en 2001 fue invitado a formar parte del grupo Pasión Andina, con el que grabó dos discos, siendo este uno de los grupos más representativos de la ciudad, luego de 10 años haciendo música con dicho conjunto, el 2011 fue invitado a formar parte del grupo Thempo de la ciudad de Cochabamba, posteriormente integró otro grupo con músicos orureños denominado Nativo, años después Villarroel se fue a Calama-Chile, donde fundaron el grupo Origen de Calama y en la actualidad es parte del dúo Tupay con el maestro Edwin Castellanos con quien grabaron ya su primer disco denominado "Cuecas con Bandoleón".

"Para mí, la música simplemente es el lenguaje del alma, gracias a la música podemos expresar todos nuestros sentimientos ya sea de felicidad o de tristeza, es el lenguaje universal", remarcó Villarroel.

Para este 2019 está previsto el lanzamiento de su segundo disco con Tupay, con variada música nacional, donde la gran sorpresa serán las diabladas.