La mejor voz de la música boliviana se oyó en lo alto

“Quiero que mi nombre quede grabado en la memoria de todos los bolivianos”, decía Gladys Moreno en la pantalla que proyectaba su imagen, tan gigante como su voz, mientras el público la aplaudía de pie y los fuegos artificiales empezaban a iluminar los cielos azules de ensueño.

Así llegaba a su fin una noche dedicada a la embajadora de la canción boliviana en Gladys Moreno, el musical, una obra organizada por la Gobernación cruceña, que se convirtió en la oportunidad propicia no solo para recordarla en sus 80 años, sino también para traer a la mente todas esas piezas que la diva inmortalizó con su potente vozarrón.

Recorrido

El espectáculo, dirigido por Altavoz Producciones y Ditirambo Teatro, contó la historia de don Carlitos (Andrés Lladó), dueño de un boliche que está destinado a tener su inauguración y clausura si no logra contratar a algún artista que pueda cantar. Así, desfilaron por su local Laura Camacho, Los Salmones, Romina Mazó, El Parche, Animal de Ciudad, Contrapunto, Piraí Vaca, Los Cambitas, la Cruceña Big Bang y la Orquesta Sinfónica de Urubichá, que interpretaron reconocidos temas del cancionero popular del oriente boliviano.

Los familiares de Gladys estuvieron en primera fila para presenciar este show, que sorprendió por la capacidad histriónica y de improvisación de algunos artistas, pero, sobre todo, por lo bien logrado en lo musical