sábado, 24 de mayo de 2014

Willy Claure presentará hoy en Ginebra, su nuevo disco de cuecas,

En el segundo piso de un edificio ubicado en el centro de Saint Galleen (ciudad al noroeste de Suiza), rodeado de parlantes y micrófonos, y acompañado por dos botellas de vino, una de ellas ya vacía, Willy Claure deja a un lado la guitarra que interpreta desde varias horas e interrumpe el ensayo del concierto que dará hoy en Ginebra, para revisar su correo electrónico. Se sienta frente a la computadora y encuentra un email con más de 40 preguntas... Responderlas será una larga tarea, pero desea hacerlo para que los bolivianos conozcan sobre su nuevo honor a la patria, se llama Para no bailar, disco de las cuecas de sus amores, que nació reforzado con la colaboración de grandes músicos del extranjero, entre ellos Joe Vasconcellos, y de bolivianos.

Dieciocho años afuera no mellan su amor por Bolivia ni la calidez que caracteriza a nuestra gente, sus respuestas lo comprueban. ¿Por qué no bailar sus cuecas? ¿Volverá a Bolivia? Resumimos parte de sus palabras.

¿Qué trae Para no bailar?

Es una producción musical minimalista a guitarra acústica y voces individuales en cada tema. Este trabajo cuenta con la participación de nueve músicos invitados, de países latinoamericanos donde se interpretan cuecas y ritmos 6/8.

Se anima a cantar nuevamente...

Sí, aunque no me considero cantante, desde que empecé mi carrera musical, opté por tocar la guitarra y luego componer, el canto es solo un complemento.

¿Son sus composiciones?

El disco contiene 15 obras, 10 que son creaciones mías con algunos textos de Ana María Ramos, mi compañera de letras.

¿A qué le canta?

En general contienen una evocación al amor y al desamor, y también a la nostalgia por mi tierra, de la que me encuentro ausente temporalmente.

¿Cómo mantiene vigente la bolivianidad en su música, viviendo afuera?

Sé de dónde vengo y a dónde quiero llegar. Me identifico plenamente con los valores culturales de mi país. Mi raíz es tradicional y soy consciente de que estoy en un camino contemporáneo. Respeto y valoro las culturas y la música bolivianas, las considero auténticas y genuinas.

¿Por qué no bailar sus cuecas?

No es que no se deban bailar, ese título corresponde a una cueca que compuse hace 25 años. En esa época, componía sin preocuparme por la estructura ‘formal y correcta’ de la cueca, la mía no estaba dentro del marco de la estructura tradicional y luego de darme cuenta de esto (al grabarla) le puse este título. Algún tiempo después le di esta melodía a Ana María Ramos y ella compuso sobre esta música uno de sus más bellos poemas en que muestra a esta cueca como el resultado de una relación amorosa sin final feliz y como la cueca es una danza de pareja... simplemente no se puede bailar si estás solo. De ahí me animé a titular mi nuevo trabajo de esta manera y me gustaría que más que bailarlas, sean escuchadas.

¿Con qué instrumentos fusiona su guitarra para lograr una cueca tan exquisita?

El disco es en gran parte minimalista, intenté usar la menor cantidad de instrumentos de acompañamiento para que se luzcan las voces, pero en algunos casos los temas me pedían ritmo e incluí algo de percusión programada y un bajo eléctrico tocado por ‘Cacho’ Romero.

¿Son el ritmo, el instrumento o las letras las que logran la versatilidad de sus cuecas?

Considero el 6/8, la métrica rítmica de la cueca, es donde radica la belleza de este ritmo. Siento que mi corazón late en este mismo ritmo.

Incluyó importantes colaboraciones, ¿cómo las seleccionó?

Invité a nueve músicos de países donde se interpretan cuecas y ritmos de 6/8: Carlos Aguirre, de Argentina; Joe Vasconcellos, de Chile; José Luis Madueño, de Perú; Javier Ruibal, de España; Elsten Torres y Pavel Urquiza, de Cuba; y Marcelo Arias, Ronaldo Vaca Pereira y Milton Cortez, de Bolivia. A todos los admiro y aprecio como personas sensibles e innovadoras musicalmente. Ellos aceptaron mi invitación porque les gustó mucho la iniciativa como un movimiento de integración latinoamericana alrededor de la cueca.

Es un enamorado de su país, de su cultura, de su folclore, ¿por qué migró?

En realidad, puedo decir que no migré, estoy simplemente de paso. Nada me separa de mi país, Bolivia.

¿Cuál es su legado en Bolivia?

Tengo la satisfacción de que varias de mis obras sean parte del patrimonio cultural-musical de mi país. Mi trabajo no está en una línea de moda ni busca ser un hit, compongo para las generaciones venideras.

En Suiza ¿vive de la música?

Sí. Tengo un contrato con el Aeropuerto de Zurich como guitarrista y mi trabajo es de entretenimiento acústico en lugares que me asignan.

¿En qué lugar quedó la antropología para usted?

Mientras pueda hacer música, esta profesión estará en primer plano. Si por alguna razón dejo la música, con seguridad que me dedicaré a la Antropología.

¿Regresará a vivir a Bolivia?

Por supuesto, aquí soy ave de paso, soy gaviota de otro mar, como dije en una de mis cuecas. Lo haré en unos años no muy lejanos.

Donde comprar el disco

El nuevo material estará a la venta en Discolandia, Tapekua y Le Mayen. En Suiza lo destribuye a través de su sitio web y próximamente por iTunes y Amazon.

En el extranjero. Realiza conciertos en ciudades suizas y en países vecinos como Alemania, Francia y España. Este año tiene previstos presentaciones en Londres, Amsterdam y Viena.

En su carretera de músico y compositor produjo obras discográficas y gráficas, así como libros de partituras. Algunos son: Cuecas, Más cuecas y Alternativas.

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