domingo, 19 de abril de 2015

Murió Román Romero, el “último rey de la cueca”

“Cueca hasta la muerte. Así voy a morir, tocando”, ese era el deseo del músico chuquisaqueño y armonista Román Romero Fernández, conocido en el escenario artístico como Ch´ejchi Coco (por las pecas en su rostro). La noche del pasado jueves falleció a los 89 años en el hospital Santa Bárbara de un paro cardiaco; tras ser sometido a una cirugía a causa de una infección urinaria y una complicación postoperatoria de la próstata.
DECESO
Romero fue sometido a tres cirugías durante los últimos meses, la última el pasado jueves, luego de recurrir a una hemodiálisis, pero su organismo ya no soportó y falleció a las 20.55, según informó el director del hospital Santa Bárbara, Enrique Leaño.
“Salió todo bien del quirófano y, lamentablemente, por las tres patologías de base que tenía, el paciente no pudo resistir; su diagnóstico de fallecimiento han sido sepsis urinaria generalizada, tromboembolismo pulmonar y una insuficiencia renal reagudizada”, explicó el galeno.
El músico que padecía de la próstata fue intervenido anteriormente en dos ocasiones y reingresó al hospital hace cinco días, de los cuales tres permaneció en terapia intensiva.
REY DE LA CUECA
El músico dedicó 69 años de su vida a la interpretación del armonio, un instrumento de viento en apariencia similar al organillo alemán, pero sin tubos y de mucho menor tamaño. Utilizado desde su creación en la interpretación de la música devocional, el armonio fue apropiado por los cultores de la cueca chuquisaqueña. Así, desde principios del siglo XX, su cadencioso sonido acompañó las creaciones de grandes compositores chuquisaqueños como Miguel Ángel Valda, José Lavadenz y Simeón Roncal.
Romero era considerado el último gigante chuquisaqueño del armonio, en una pasada entrevista con medios escritos de Chuquisaca, confesó que era el único sobreviviente de una pléyade de intérpretes que durante el siglo pasado sacó a la cueca de las chicherías para incrustarla en los salones más exclusivos de Sucre. El chuquisaqueño contó que se inició en la música a los 17 años. El músico tuvo que sacar adelante a su madre y 10 hermanos.
Cuecas y bailecitos eran los ritmos preferidos de Romero, las reconocidas “Noches de Sucre” o “Flor de Chuquisaca” eran los temas que en le sacaban lágrimas en el escenario por los recuerdos de los años 30, 40 y 50 que le venían a su mente.
En reiteradas ocasiones el músico se quejaba del poco apoyo a los artistas, pues si bien en los últimos años sólo se presentaba en eventos culturales, decía que ya no le alcanzaba para cumplir su sueño, comprarse otro armonio.
Durante su carrera artística grabó 14 discos todos en tirmo de cueca.
Se casó con doña Rosa, mujer con la que tuvo 11 hijos, de los cuales siete murieron, pero ninguno de ellos tocó el instrumento que caracterizó a su progenitor y hoy esta maravillosa música se la llevará Román Romero considerado el último rey de la cueca.

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