domingo, 8 de septiembre de 2013

El exKjarka le canta a Dios en una iglesia de Estados Unidos

Triunfar en sus carreras. Ése es el común denominador que une a los cochabambinos que han viajado a distintos países del mundo, en busca de experiencias nuevas y especialización.

Estados Unidos y Europa son los destinos preferidos por los cochabambinos que han logrado en tierras lejanas sus metas, a pesar de los obstáculos que se les han presentado.

Cantantes, presentadores, actores, médicos, ingenieros y deportistas forman parte de la lista de cochabambinos que sacan cara por Bolivia.

Uno de ellos es Fernando Torrico Cabrera, exintegrante del grupo Los Kjarkas y Tupay que decidió salir del país hace ocho años.

Su viaje a Virginia, estado donde radica, se debió a motivos familiares. Sus hijos vivían allí y decidió estar más tiempo con ellos. “A veces las cosas se tornan de una manera diferente. Yo no sabía, por ejemplo, que iba a conocer lo que ahora hago, que está totalmente dedicado a la música cristiana”, manifiesta vía e-mail desde EEUU.

El canto para Fernando Torrico es su forma de vida, y aunque todo su entorno vio extraño el hecho de que él compusiera música cristiana, él logró éxito en ese ámbito.

Actualmente es parte de un dúo denominado Latidos junto con su esposa, Gina Gil.

“Fue una decisión muy fuerte en mi vida salir de Bolivia, pero sobre todo el hecho de tomar un camino que para muchos era una locura, que es seguir a Dios”, señala.

Asegura que esta nueva experiencia le ha servido para conocer a Dios más a fondo. Actualmente está al frente de su iglesia, sin dejar lo que más le gusta, la música.

“Los seres humanos siempre ambicionamos cosas, pero de ninguna manera me fui de Bolivia porque creía que iba a pasar algo extraordinario acá (en Estados Unidos). Continúo haciendo música. Tengo un estudio de grabación y lo lindo de todo es que he seguido con mis sueños, que los he plasmado ya en tres Cd”, señala.

PERSPECTIVAS

Uno de los proyectos que Fernando Torrico tiene a corto plazo está la presentación en la premiación a la música cristiana que se realizará a fin de año en México.

También está preparando su repertorio para realizar una gira en países como Ecuador y Colombia.

El artista, que estuvo presente en Cochabamba la gestión pasada, para celebrar los 40 años de aniversario del grupo Los Kjarkas, también tiene pensado llegar a Bolivia y recorrer varios departamentos del país en el mes de octubre.

El compositor y músico se dedica a producir canciones de alabanza a Dios, por lo que planea traer su repertorio a Bolivia para que la gente afecta o no a la religión cristiana la pueda disfrutar.

Considera que es una tarea difícil salir del país y ser exitoso, sin embargo señala que no es imposible.

“Aunque uno no deja de ser extranjero en otro país, el boliviano se diferencia mucho de otros extranjeros porque donde va lleva bien marcada su cultura y su folclore”, menciona.

Indica que hay bolivianos talentosos que han sacado lo mejor de Cochabamba al exterior, por el talento que tienen y que ése debe ser el propósito de todos cuando salen a otro país.

“Hay cosas que son dignas de exportación y a veces los bolivianos no nos damos cuenta”, indica, a tiempo de señalar que el rumbo que le ha dado a su vida con el tipo de música que hace es para tratar de formar una sociedad mejor y dejar valores a sus hijos.

En esa línea, Fernando Torrico les ha inculcado a sus hijos el gusto por la música. Tres de ellos conforman el grupo denominado “Tres minutos”.

BUEN COCINERO

El gusto por la comida cochabambina y la circunstancia de vivir en el exterior le han permitido que también se convierta en un buen cocinero.

“Los cochabambinos somos campeones para comer en donde estemos. Otra de las cosas que extraño, y por la que siempre vuelvo a Cochabamba, es mi madre y mi familia”, destaca.

Entre otra de las actividades que el músico realiza en Estados Unidos está la comercialización de guitarras con la marca que lleva su nombre.


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