Cada instrumento representa a un departamento del país y tiene una melodía diferente. Por ejemplo, Santa Cruz es una guitarra, Beni un ronroco, Tarija un violín, Potosí un charango pocoateño y así sucesivamente.
Además de tallar las piezas, su creador se tomó el trabajo de pintar personajes característicos de cada departamento en la parte delantera y trasera de los nueve instrumentos. Estos y otros detalles fueron determinantes para que la obra artística se concluyera en dos años.
“Todos sus detalles están pintados a mano. Yo hice todo el trabajo solo”, cuenta Elvis.
INVERSIÓN NOTABLE Además de dedicar dos años de su tiempo a esta obra, Elvis invirtió una suma considerable de dinero en ella, porque ninguna institución lo respaldó. “Me costó cuatro mil dólares”, revela Elvis.
Esta cuantiosa inversión se debe a que cada uno de los nueve instrumentos, pese a su forma, suena a la perfección, es decir se puede hacer música con ellos. No obstante, dotarles de esta cualidad, implicó hacer pruebas. “Tallaba un charango y si no sonaba bien, tenía que volver a hacer otro y así hasta alcanzar el temple final”, dice Elvis.
Esta obra de arte se expuso temporalmente en salones de eventos y otros sitos públicos de la ciudad, hasta que, hace poco, Elvis negoció la venta del “mapa musical” a Televisión Boliviana (BTV).
Ahora, Elvis Cerrudo proyecta hacer el mapa de Sudamérica con cada uno de sus países.
Conocimientos heredados
detalles El artesano Elvis Cerrudo heredó los conocimientos sobre tallado de instrumentos musicales de cuerda de sus padres.
Cuenta que su familia se dedica a esta actividad desde hace muchos años y desde pequeño se empapó de sus saberes.
Ahora Elvis es un experto en el área.
No hay comentarios:
Publicar un comentario