martes, 29 de marzo de 2016

Los grandes de la música boliviana Nilo Soruco Arancibia

Uno de los cantautores más importantes que tuvo Tarija, nació en el barrio de San Roque, el 6 de julio de 1927. Aprendió de su abuelo a conocer los primeros acordes musicales y la literatura popular que tiempo después le serviría para escribir sus canciones.

De niño tuvo diversas actividades, vendía periódicos y hacía los mandados de sus vecinos que le permitía ganarse algunos centavos. Ingresó a la Escuela de Artes y Oficios de donde obtuvo el certificado de “Operario Zapatero Solador”. Por otro lado, atraído por la bella música de su tierra, aprendió a tocar la guitarra, vinculándose después con jóvenes principiantes en el arte del canto.

Estudió en la Escuela Normal de maestros de Sucre, egresando como profesor de Educación Musical en 1951.

Dentro de esta actividad musical conoció al padre de la cueca tarijeña, don Pío “Senca” Martínez, quien le ayudó a componer su primera cueca titulada “A orillas del Guadalquivir”. Nilo creció, formando su carácter romántico y alegre, pero sobre todo, siendo de origen humilde conoció las necesidades económicas que le sensibilizó el alma, y muy joven formó parte de varios grupos musicales, con quienes interpretaba sus primeras canciones.

Nilo Soruco, también incursionó dentro de la dirigencia sindical del magisterio y de la Central Obrera, y por haber compuesto canciones de protesta contra el régimen militar de entonces, fue un perseguido político durante la dictadura del Gobierno del Gral. Hugo Banzer Suárez, como muchos opositores a estos regí-menes en Latinoamérica, sufrió destierro en Caracas, Venezuela, donde precisa-mente, compuso su conocida cueca, lle-na de añoranzas y reflexiones “La Cara-queña”.

Dentro de la actividad artística muscal, Nilo Soruco organizó conjuntos de reconocida trayectoria como “Los Montoneros de Méndez”, “Los Cantores del Va-lle”, “Los Embajadores del Guadalquivir”, “Los Copleros del Sauzal”, con quienes llegó a grabar más de 50 discos, realizando presentaciones por todo el país.

Dentro de sus composiciones más destacadas están los temas: “La vida es linda”, “Amancaya, amancayita”, “La caraqueña”, “la guerrillera”, “La forastera”, “Tantas idas y venidas”, “La sin nombre”, “La tragedia del chapaco” y otros.

Tuvo tres hijas: Zelya, Sonia y Violeta. Luego de llevar una fecunda labor musical y sufrir una prolongada enfermedad, falleció el 31 de marzo de 2004 en Tarija, su tierra natal, a la edad de 78 años.

Prof. Eliodoro Nina.

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