lunes, 16 de noviembre de 2015

Ch'ila Jatun, folclore para jóvenes



Jóvenes, modernos, vanguardistas, amantes del folclore boliviano, con mucha hermandad entre ellos y apuntando hacia un mismo horizonte, así son los integrantes de Ch'ila Jatun, cuya carrera musical ascendió vertiginosamente desde que representaran a Bolivia en el Festival de Viña del Mar en 2014. En su corta trayectoria profesional, ya pueden apuntarse el logro de haber hecho gustar a las nuevas generaciones del folclore.

Miles de fanáticos se dieron cita la noche del viernes en el Teatro al Aire Libre de Sucre, donde disfrutaron de éxitos, como “Boquita de miel”, y también de las más recientes canciones del grupo nacional del momento.

Los Ch'ila Jatun estuvieron acompañados nada menos que de los Kjarkas, sus mentores.

ECOS aprovechó la estadía de este fenómeno musical en Sucre para que su legión de admiradoras, principalmente, conozca un poco más a cada uno de sus integrantes.

“Muchas personas se identifican con nuestra música y la letra de las canciones, que son mensajes de amor, que no son novedad porque es un tema que nunca pasará de moda. El lenguaje que manejamos es un poco adolescente y la voz de Jonathan se adecua a este tiempo. Nuestra imagen es un referente y nos sentimos orgullosos porque, para nosotros, en este momento el folclore está en su momento cúspide”, dice el guitarrista Ulises Hermosa.

“Queremos que el folclore no se pierda”
Jonathan Hermosa Andresen, 21 años (primera voz, ronroco)
Le gustan los colores blanco y negro y la comida cochala
“Hago música desde los nueve años. Desde niños nos juntábamos con mi primo Gonzalo para hacer música por diversión y de a poco se formó, de manera profesional, el grupo Ch'ila Jatun. Somos un grupo joven, nuestra evolución se ve en los discos, en la voz y en las composiciones que presentamos. Nuestra meta es mejorar siempre.

Queremos brindar una buena imagen al público sobre el músico boliviano, queremos que el folclore no se pierda, queremos tener una presencia saludable y buena para los niños.

Este año viajamos al Perú, Chile, Argentina y Estados Unidos; ahora saldremos en una gira por primera vez a Europa: visitaremos Italia, Francia, España y Alemania. Con Gonzalo nos gusta ir a trotar, ir al gimnasio, estar en forma y juntarnos para hacer música”.

“Crecí escuchando las composiciones de mi padre”
Ulises Hermosa Fernández, 25 años (segunda guitarra)
Le gusta comer falso conejo y su color es el verde
“Desde los 15 años toco la guitarra, desde hace poco incursiono en la batería y los vientos andinos. Mi padre (el desaparecido Ulises Hermosa) fue una gran inspiración no solo para mí, sino para muchos artistas. Crecí con la música de los Kjarkas, escuchando las composiciones que dejó mi padre.

Escribí varios poemas, que todavía no llegan a un alto nivel de reflexión. Mi mayor inspiración es el amor, un tema universal que siempre estará presente, al igual que la mujer, la musa de los artistas de todos los géneros que inspira a expresar los sentimientos de felicidad o de desengaño. La mujer tiene la capacidad de engrandecer o destruir.

Cuando no hago música, practico natación y leo literatura boliviana. Estudié Comunicación Social y escribí varios artículos y reflexiones”.

“Sabemos sobrellevar mejor las diferencias”
Luis Medrano Hermosa, 26 años (charango)
Le gusta el silpancho cochabambino
“Desde pequeño me llamó la atención la guitarra, pero después me empezó a gustar el charango. Yo ingresé al grupo por decisión propia: mis padres nunca me dijeron que me dedicara a la música, es más, querían que siga una carrera universitaria; de hecho terminé Ingeniería en Sonido, pero más con el afán de seguir con la música.

Mi trabajo ahora está con Ch'ila Jatun y lo lindo es que casi todos somos familiares, primos hermanos, y sabemos sobrellevar mejor las diferencias que podamos tener.

Nos dedicamos a ensayar más de tres veces a la semana. Ahora estamos pendientes del último disco que vamos a lanzar.
Cuando no estoy viajando, trabajo en un estudio de grabación. También me doy tiempo para ir al gimnasio y voy a trotar tres o cuatro veces a la semana”.

“Lo más importante es que oxigenamos a una nueva generación”
Wilson Hermosa, 38 años (representante del grupo)
Le gusta comer falso conejo y su color es el verde
“Trabajo con ellos desde su participación en el Festival de Viña del Mar y desde entonces el crecimiento del grupo ha sido increíble. Fue muy duro el peso de llevar la bandera representando a un país y solo con un disco grabado.

Creo que esa experiencia, muy pocos grupos la vivieron. Ellos presentaban tres a cuatro shows por año, sin embargo Ch'ila Jatun demostró que puede estar a la altura de muchos de larga trayectoria.

Estamos con los videos, que tienen una excelente nitidez; se está invirtiendo mucho dinero en el trabajo audiovisual.
Lo más importante es que oxigenamos a una nueva generación, porque les hacemos gustar del folclore boliviano. Tenemos un público de niños de cinco años para arriba.

Estamos a la par de la tecnología, aprovechando todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance”.

“Mi compañera de vida me hizo una mejor persona”
Huáscar Hermosa Castro, 28 años (primera guitarra)
Le gusta el silpancho y el pique a lo macho. Sus colores: azul y verde
“Desde que estuve en el vientre de mi madre escuché música folclórica. Lo escuchábamos a mi papá, pero él nunca me dijo: ‘vas a tocar guitarra’ o ‘vas a cantar como yo’. Cuando era niño me gustaba mucho el deporte, pero luego me fue llamando la música; era un lenguaje necesario que yo debería aprender para comunicarme y entenderme mejor con mi papá, pues lo conocía poco, casi no estaba con él.

Aprendí a tocar la guitarra solo, comprando cancioneros con las melodías que más me gustaban. También aprendí quena y zampoña gracias a mi primo, que vivía al lado e iba a casa a enseñarme. Ahora tengo la oportunidad que quizá no todos tienen de poder trabajar al lado de la familia y crecer con ellos. Gracias a la música nos unimos haciendo lo que nos gusta hacer.

Cuando tengo tiempo libre practico fútbol, aunque no juego muy bien puedo correr rápido; también veo películas. Pero lo que más me gusta es pasar tiempo con mi esposa: estamos casados desde hace seis meses. Hay algunas cosas que no se pudo tener en mi familia y ahora yo tengo la oportunidad de tener una. Mi compañera de vida me hizo una mejor persona”.

“El 85 por ciento de nuestro público es femenino”
Mario Orellana Olivares, 27 años (segundos vientos)
Le gusta el pejt’u de habas, el pique y el silpancho
“No tengo parentesco con los Kjarkas pero soy amigo de todos. Soy de Chile, toda mi vida me gustó la música boliviana, los vientos siempre me llamaron la atención por la fuerza y la dulzura en la interpretación, por eso me vine a este lindo país. Estoy con Ch'ila Jatun desde hace seis años.
Me siento feliz de vivir con ellos toda la evolución interpretativa, la madurez de cada uno de los muchachos y el paso que hemos dado juntos hasta llegar a lo que ahora es Chila Jatun.

El 85 por ciento de nuestro público es femenino. Ocurre lo mismo en todas las ciudades que visitamos en Bolivia, Buenos Aires, Lima, Ecuador, Chile y Estados Unidos.

Cuando no hago música me gusta estar en casa, soy muy hogareño, quiero estar todo el tiempo al lado de mi esposa. El deporte… no me agrada mucho, la verdad”.

“Viña nos hizo madurar como personas y como músicos”
Branly Yáñez Enríquez, 21 años (batería acústica)
Le gusta el pique a lo macho y el color azul
“El Festival de Viña del Mar fue una gran puerta que se abrió para el grupo; gracias a eso nos hicimos conocer más. Aprovechamos esa oportunidad y gracias a Dios el grupo está más consolidado, la evolución es magnífica y seguimos mejorando. Esa experiencia no solo aumentó nuestra agenda, nos hizo madurar como personas y como músicos, creo que desde entonces cada uno se interiorizó más en la música.

Pienso que la música debe evolucionar de acuerdo al avance de la tecnología. Hay que aprovechar los recursos, obviamente, sin dejar de lado la esencia pura del folclore.

Casi todo el tiempo estoy ensayando o tocando la guitarra, pero también me gusta el fútbol e ir al gimnasio. Estaba leyendo ‘El símbolo perdido’ [de Dan Brown], pero por falta de tiempo no terminé”.

“Podemos revolucionar la música boliviana”
Gonzalo Hermosa Camacho, (director musical, vientos)
Le gusta el pique a lo macho y su color es el azul
“Soy el mayor de todos, fundador de Ch'ila Jatun. Interpreto la guitarra y los instrumentos de viento. Por toda la historia que rodea a nuestra familia, desde muy niño aprendí a gustar y amar la música andina y folclórica; toco los vientos en forma autodidacta y hoy queremos enseñar a los niños y jóvenes a amar y a valorar la música boliviana. Sin duda, nuestra participación en el Festival de Viña del Mar nos ayudó bastante para hacernos conocer.

Trabajamos todo el tiempo para hacer buena música. Cada vez se nos están abriendo más puertas, pero tenemos que trabajar mucho más. Estamos seguros de que podemos revolucionar la música boliviana.

También me gusta ir al gimnasio, trotar y compartir con mi familia. Estoy casado desde hace más de un año”.

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