Luis Gutiérrez, Álvaro Gutiérrez, Adolfo Valdivia, Gonzalo Mamani, Omar Chavarría, Orlando Quintanilla y Edwin Pantoja conforman el septeto Ayra, palabra aymara que de acuerdo a la cosmovisión andina busca recordar a quien la utiliza “no olvidarse de su origen, del lugar de donde proviene”.
El espectáculo denominado “15 años”, hará un recuento de sus mejores éxitos y pondrá a consideración del público composiciones nuevas en una reafirmación de su estilo interpretativo. La novedad, en relación a anteriores conciertos, será la presencia de Cinthia Díaz, ganadora de un reciente concurso de cuenta-cuentos en La Paz, que apoyada con imágenes en video hará la introducción de cada tema articulando con los músicos en el escenario y artistas de Danzart a cargo de la bailarina y coreógrafa Carmen Arce.
“La parte visual es tan importante como el componente sonoro, el espectáculo debe ser un conjunto que entre en armonía con el espectador, la idea es que él se sienta conectado de principio a fin. Es un concierto que celebra 15 años de trayectoria y queremos darle el realce que amerita”, señalan sus integrantes.
Ayra compone canciones para varias fraternidades folklóricas, en particular de la Festividad del Gran Poder. Estos temas serán parte del espectáculo, sumándose a ellos “Tu indecisión”, “No me digas que te olvide”, “El tiempo es veloz”, “La guerra de La Paz”, “Fuiste la razón”, “Te vuelvo a amar”, “Alma llanera” y “Decir adiós”, entre otros.
A 15 años de haber iniciado una aventura por el camino del arte con el objetivo de imponer un nuevo estilo de música contemporánea, Ayra considera que ha dado grandes e importantes pasos en pro de esa meta. Lo suyo no es precisamente una propuesta de música comercial, sino de ofertas melódicas con alto contenido social inspiradas en la vivencia de la población; ellos le cantan a los niños y a la lógica aymara presente en la cotidianidad de la gente.
“Buscamos ser un referente de grupo vocal instrumental, antes que un ensamble propiamente dicho, un referente que trascienda el contexto local y para ello nos alejamos de lo popular, de lo que está de moda. Nuestro repertorio abarca melodías tradicionales a través de sikus, bombos y charangos, pero también armonía barroca con instrumentos más contemporáneos”, señala su director, Luis Gutiérrez.
Ayra, agrega, busca dejar lineamientos para las nuevas generaciones de músicos. No una escuela, porque ello significaría embarcarse en otro proyecto y la idea no es esa, sino la de transmitir valores y ser un paradigma para quienes apuestan por la música como medio de vida. Esta forma de hacer música fue reconocida por Cicombol, que en 2004 y 2006 les otorgó el premio como mejor grupo vocal del año.
Sin duda, la experiencia de sus integrantes y el trabajo colectivo han contribuido notablemente al logro de sus éxitos. Ayra nació de las cenizas de otro grupo importante: Nuevas Raíces, producto de la decisión de Luis y Edwin de dar continuidad a un trabajo que iba germinando pero se detuvo por diversas razones. El resultado de esa apuesta se muestra 15 años después con la vigencia del grupo que supo atrapar al público con un notable aporte vocal-instrumental.
Otra característica del septeto es la diversidad de su repertorio. El público que asiste a sus conciertos se predispone a escuchar melodías autóctonas del occidente boliviano seguidas del cancionero de la trova latinoamericana, hasta llegar a temas de los legendarios Beatles, por citar algunos ejemplos.
Los discos de la agrupación podrán ser adquiridos, cada uno, durante los conciertos, a un precio de 10 bolivianos.
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