¿De qué trata el proyecto que tiene en marcha?
J.J.: En febrero presenté la obra musical "Amor y Rhebholución" en diferentes lugares de La Paz y mi intención era venir a Santa Cruz y Cochabamba, pero por algunos problemas perdí muchas presentaciones y todo esto me puso en una situación de buscar una acción positiva para este trabajo y junto con Glen Vargas propondremos una integración nacional a través de la cultura entre el oriente y occidente. Porque hay música que es producida en Bolivia y no tiene mercado en el país y Glen me apoyó considerando lo mismo.
¿Qué buscan con el nuevo proyecto y de qué manera lo piensan desarrollar?
J.J.: Queremos usar a la música como un vehículo para integrarnos a una unidad nacional que le hace falta a nuestro país, porque estamos muy separados. El proyecto lo propondremos al Ministerio de Culturas, que hace unos meses abrió la posibilidad de presentar proyectos. Nuestros intereses son proponer paz, amor y armonía, además que estamos en contra de la violencia hacia los niños y las mujeres, para así poder lograr una integración del país. La idea es llegar a la mayor cantidad de ciudades del país. Es un trabajo bastante grande que nos estamos proponiendo, se trata de una gira de unos 20 a 25 conciertos que podría llamarse "AmorRhebholución XXI". Aparte de las ciudades capitales, me gustaría ir a la Chiquitania, Camiri y muchos lugares para poder brindar un espectáculo de primer nivel.
¿Usted encuentra algún problema musical en el país?
J.J.: El problema es que en Bolivia no tenemos productores profesionales. Un ejemplo claro son las empresas que traen artistas que cobran un millón de dólares. Esos productores no se interesan en nosotros porque no le dan importancia a la producción nacional.
¿Por qué escogió a Glen Vargas para este proyecto?
J.J.: Lo escogí a Vargas porque me llegó su disco que se llama "Raíces", donde interpreta canciones de la tradición musical cruceña dentro del marco roquero, a mí me encantó su trabajo y lo que me motivó al proyecto fue el sonido de la guitarra y luego de la primera reunión que tuve con él, confirmé lo que mi corazón me decía, que venga a Santa Cruz y busque a Glen para llevar a cabo esta meta que ahora tenemos.
Si tuviera que elegir entre el rock y e folklore, ¿Por cuál se inclina más?
J.J.: Por el rock. Porque es el ritmo que le ha dado más vitalidad a mis canciones, además porque en nuestro país el rock está un poco de caída por los cumbieros que van apareciendo, pero yo me considero un luchador.
Usted se caracteriza por mezclar el folklore con el rock. ¿Cómo surgió su estilo?
J.J.: Utilizo rítmicos tradicionales porque soy un apasionado del tinku del norte de Potosí, porque su golpe rítmico se parece mucho al de rock. No hago música folklórica, aunque sí me encanta bailar morenada, pienso que no es mi fuerte musical. Yo hago música no para los pies, en el buen sentido de la palabra, mi música no es para bailar, sino para escuchar.
Tiene pensado retornar, ¿Pero para quedarse en Bolivia o su vida está en París?
J.J.: Yo ya quiero volver porque aquí hay harto que hacer. A los franceses no les interesa porque ya tienen solucionados sus problemas y yo creo que en el próximo año, cuando mis hijos avancen un poco más en sus estudios, nos venimos del todo, porque ellos me piden venir a Bolivia y conocer las cosas lindas que tenemos.
Trayectoria musical del cantautor boliviano
Jaime Junaro fue fundador y vocalista del grupo musical "Savia Nueva" de 1976 a 1990. Gracias a 14 años de intenso trabajo y de numerosas giras en el sur y Centroamérica (Ecuador, Colombia, Perú, Venezuela, Brasil, Argentina, Nicaragua, Panamá) goza actualmente de un renombrado prestigio, en estos países y muy especialmente en Bolivia. En 1991 comienza su carrera como solista creando e interpretando su propia música.
'Es un trabajo bastante grande que nos estamos proponiendo, se trata de una gira de unos 20 a 25 conciertos'.
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