Más de 3.500 tarkas "cantaron" en la Avenida Cívica de Oruro

La Avenida Cívica "Sanjinés Vincenti" fue el escenario del séptimo Encuentro de Tarkas, que todos los años reúne a los mejores expositores de este instrumento boliviano, seleccionados de las unidades educativas de Oruro, para sorpresa de muchos, fueron más de 3.500 jóvenes y señoritas que se reunieron ayer por la mañana e interpretaron una selección variada de canciones bolivianas.

Esta actividad se desarrolla cada año bajo la coordinación de la Escuela Nacional del Folklore y la dirección de Juan Andrade Misericordia, quien reconoció que la gestión pasada se marcó un record, pero aún se tiene muchos años por delante para retomar la senda y por qué no, hasta llegar al Libro de los Record Guinness, ya que el 2016 se registró a 3.850 jóvenes y señoritas que tocaron la tarka, esperanzados en que la próxima gestión se pueda superar este número.

"Para nosotros es un logro, porque empezamos el 2011 con tan solo 310 estudiantes en el atrio (del Santuario del Socavón), año tras año fue creciendo y el 2016 tuvimos más de 2.800 estudiantes y esto nos impulsa a que sí debemos continuar este tipo de actividades", refirió Andrade.

Recordó que se busca revalorizar el instrumento de la tarka, inculcando en los jóvenes el amor por el "compañero" de la música andina, gracias al apoyo de la Asociación de Profesores de Música y de las direcciones Departamental y Distrital de Educación de Oruro.

Las unidades educativas que participaron fueron Simón Bolívar; Rotaria Oruro Ottawa; Donato Vásquez; Quirquincho Feliz (primaria y secundaria); Pantaleón Dalence; Alcira Cardona; Ejército Nacional (primaria y secundaria); Oscar Unzaga de la Vega; Ildefonso Murguía; Jorge Oblitas (primaria y secundaria); Sebastián Pagador; María Quiroz; Insco; Dios es Amor; Juana Azurduy de Padilla; José Flores Belloni (de Poopó); Adolfo Ballivian; Juan Misael Saracho; Antonio José de Sainz; Carmen Guzmán de Mier; además de la Escuela Nacional del Folklore.

BASURA

Lo lamentable de la jornada, fue el aspecto deplorable que mostró la Avenida Cívica, antes del inicio de la actividad, donde se muestra que se convirtió en un botadero de basura, sin que el Municipio precautele este espacio, los padres de familia de los jóvenes músicos tuvieron que limpiar con sus propias manos, el "muladar" donde después actuaron los interpretes de la tarka.