Sirino la visita todos los días y llena su interior. Eso le ayuda a ser más ella, una de las voces esenciales para conocer Bolivia. “Sirino es un espíritu, un hada que se compenetra en ti”, dice y su mística se traslada al otro lado del teléfono. Luzmila Carpio dejó Francia para cantarle a su tierra y el viernes, envolvió con su voz de ave, a los paceños en el Teatro Municipal de la sede de Gobierno.
Oriunda de Qala Qala, una fría y singular comunidad potosina, la mujer denominada como una de las artistas indígenas más prolíficas de América, trajo su gira a La Paz.
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