A las 22:23, la proyección del videoclip de su nueva producción, Vivo por ti, fue la mejor forma de romper el hielo y calentar el ambiente. Cinco minutos más tarde y luciendo sus tradicionales ponchos blancos, el grupo de los hermanos Hermosa hizo su ingreso para interpretar en vivo la flamante apuesta, una historia de amor en ritmo de puna.
En la primera interpretación, los músicos demostraron que saben cómo apropiarse del escenario, pues adquieren una fuerza indescriptible que es capaz de contagiar hasta al más apático.
Luego vino Munasq´echay, que puso a varios de los asistentes de pie, y después la morenada Adelante Chacaltaya, que sacudió a las 4.000 almas que se dieron cita al concierto.
Con En la soledad, Siempre he de adorarte y Son tantas noches, Los Kjarkas emprendieron un viaje al pasado y, en una parada inesperada, Gonzalo Hermosa entonó Canción para mi hija, mientras los presentes utilizaban sus celulares para emular las estrellas del firmamento.
De un momento a otro, las sillas y las mesas que se dispusieron en los sectores vip y supervip estuvieron de sobra. Con Ángel o demonio empezó el ‘bailongo’, que creció con La pícara y que continuó con una versión acústica de Yo quiero ser tu amor.
Con lo mejor de su repertorio, hermosas bailarinas y un sonido impecable, el grupo puso punto final a la historia del salón, que pese a haber sido testigo de más de 200 espectáculos en 10 años de funcionamiento, eligió lo mejor del folclore nacional para decir adiós.
Fue una noche de emociones, en la que el público cruceño se mostró alegre y agradecido (NN)
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