Desde muy pequeño fue amante de la música, pero más propiamente a los 15 años sintió esta gran pasión, gracias a los eventos culturales que se realizaban en el establecimiento educativo al que pertenecía. También participó en eventos intercolegiales de canto donde pudo sacar a flote su gran habilidad en la música especialmente en el canto, integrando agrupaciones con amigos provenientes de otros colegios.
Villarroel cuenta que en el barrio donde vivía se reunía con amigos para tocar la guitarra e interpretar canciones, un hobby y una manera muy sana de disfrutar una reunión con amigos que incluso hubo ocasiones en las que llegaban desde Llallagua para compartir.
Es ahí donde inició la historia, aprendiendo a tocar la guitarra y también la percusión gracias a los bellos momentos que disfrutaba de la compañía de sus amigos.
La trayectoria del músico orureño inicio el año 1998 cuando fue parte del grupo Lejanía, posteriormente en 2001 fue invitado a formar parte del grupo Pasión Andina, con el que grabó dos discos, siendo este uno de los grupos más representativos de la ciudad, luego de 10 años haciendo música con dicho conjunto, el 2011 fue invitado a formar parte del grupo Thempo de la ciudad de Cochabamba, posteriormente integró otro grupo con músicos orureños denominado Nativo, años después Villarroel se fue a Calama-Chile, donde fundaron el grupo Origen de Calama y en la actualidad es parte del dúo Tupay con el maestro Edwin Castellanos con quien grabaron ya su primer disco denominado "Cuecas con Bandoleón".
"Para mí, la música simplemente es el lenguaje del alma, gracias a la música podemos expresar todos nuestros sentimientos ya sea de felicidad o de tristeza, es el lenguaje universal", remarcó Villarroel.
Para este 2019 está previsto el lanzamiento de su segundo disco con Tupay, con variada música nacional, donde la gran sorpresa serán las diabladas.
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