A comienzos de los años 60, Percy Avila, facilita al Trío “Los Cruceños”, 3 temas orienta-les de su autoría, para que ellos lo incluyan en una posible grabación en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, aquellos temas eran los taquiraris: “Ya sos mi dulzor”, “No seas mala ché” y “Ranchito natal”. Al ser grabados llegaron a ser éxitos indiscutibles nacional e internacionalmente; pero su consagración definitiva fue con el taquirari “Lunita Camba” compuesto en 1964, y que él mismo lo grabó al año siguiente en un disco pequeño en el sello “Lyra”, en el que incluía otros temas como: “Jusajusa buey” (chovena) “Camiri mi pueblo querido” (taquirari) “Mamá te quiero mamá” (taquirari), temas que luego fueron grabados por el Trío “Los Cambitas” en el año 1966, en un disco pequeño, más adelante las Hnas. Saldaña, Gladys Moreno, quienes lo hicieron popular internacionalmente.
Por el año 1968 compuso el taquirari “El Guajojó”, otro tema considerado como uno de los más importantes de su creatividad.
El año 1970, obtuvo el Primer Premio en el Festival de la Canción Folklórica Latinoamericana realizado en La Paz.
Fue por un tiempo integrante del Trío “Cordillera”, tenía además un programa de Tv “Semilla, Canto, Tierra” incentivando a los artistas mediante reportajes interesantes.
Enamorado de su tierra, encontrando inspiración en las mujeres, en las noches solitarias y de bohemia, entre lágrimas y canciones, recorriendo las calles de Camiri y Santa Cruz surgían sus inspiradas composiciones. Sin duda, los taquiraris “Lunita camba”, “El Guajojó”, son lo mejor de sus creaciones, al escuchar estas canciones el Mtro. Godofredo Núñez Chávez, le aconsejó que se dedicara a la composición y es lo que hizo, por eso decía Percy: “más que un maestro, fue mi guía, de quien aprendí mucho”.
Percy Ávila se encerraba durante días buscando la nota precisa para continuar con un tema o la palabra necesaria para darle el toque final a la letra de una nueva canción, pero en las noches de bohemia con los amigos, las infaltables cervezas, una guitarra bien tocada, Avila encontraba la inspiración para expresarse mediante la poesía y cantarla con la guitarra, fue el medio perfecto para entregarle por completo su efímero amor a una mujer, y decía: “He tenido muchas compañeras desde muy joven, pero no tantas como hubiese querido, aunque siempre debo agradecer a esas señoritas la inspiración que despertaron en mí para escribir temas como El Guajojó”.
En su juventud intentó ser profesor de música pero no se realizó, en Sucre estudió Filosofía y Letras, también se dedicó al Periodismo y la Comunicación, en 1975 inició una serie televisiva por el canal estatal, dirigiendo el programa “Semilla, Canto, Pueblo” promocionando a jóvenes cultores en el arte nacional.
A los 70 años padecía la enfermedad de Alzheimer, al respecto, Pedro Shimose escribía sobre el estado de salud de Percy y comentaba: “Acabo de leer la crónica de una desgracia anunciada: el compositor Percy Ávila Montero necesita ayuda, porque su situación es insostenible y está desamparado. La enfermedad de Alzheimer ha hecho mella finalmente en su frágil humanidad. Su cuerpo está aquí, pero su mente ya no está; se ha ido por un agujero negro, no se sabe dónde. Ausente de este mundo, deambula fuera del espacio y del tiempo, más allá del bien y del mal. Perdida la memoria, bloquea-do el pensamiento, trabado el lenguaje, Per-cy vegeta en ‘ninguna parte’, pero su cuerpo está entre nosotros y necesita cuidados y atenciones”, en aquellos años Sobodaycom le asistió económicamente, no podía ser de otra manera, pero no fue suficiente para esa muerte anunciada.
Percy Avila compuso más de 250 canciones: taquira-ris, carnavalitos, chovenas, boleros, rancheras y cue-cas, desde sus orígenes humildes fue autodidacta en la composición. La em-bajadora de la canción boli-viana Gladys Moreno solía decir que Percy Ávila era su compositor preferido, por-que en las canciones de Percy se funden armonio-samente letra y música, los ritmos musicales del oriente boliviano, el habla popular camba y el culto a la belleza de la mujer. Dña. Gladys Moreno cantó “Lunita camba” y “El Guajojó”.
Entre las últimas obras que compuso Per-cy Ávila se citan: “Tierra camba encantada”, “A mi Santa Cruz morena” y “Surazo”, obras que fueron galardonadas en varios festiva-les.
Por el año 1990, Percy Ávila desempeño algunos cargos importantes en la ciudad de Cochabamba, y como agradecimiento a ese bello departamento le dedicó la cueca “Mi corazón es Cochabamba” y que lo grabó el Dúo Tupay.
Percy no pudo superar una serie de enfermedades que fueron mimando su salud; el mal de Chagas, padecía de Alzheimer, enfermedad que le fue afectando cada vez más en los últimos años. Estuvo dos meses en la Caja Nacional de Salud, Falleció en la madrugada del 11 de enero de 2010 en su domicilio en el barrio La Colorada.
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