— ¿Qué lo animó a participar en el festival Aquí... canta Bolivia de este año?
— Mi mundo musical pasa fundamentalmente por la composición. Fue así que cuando Quique Claros me envió la información, lo primero que vi fue esa parte de la convocatoria y me propuse cantarle a América, a los países “chiquitos” que hacemos que este continente sea inmenso. Así nació América va (el tema con el que participó en el festival) y me animé a ser parte de un festival con mucha trayectoria, como lo es el Aquí... canta Bolivia.
— ¿Qué temas escogió para el festival y qué significó personalmente el reconocimiento que obtuvo?
— La selección la hice de mis últimas composiciones. Y de éstas elegí dos: Angustia mía y América va. El reconocimiento que obtuve me llenó de orgullo y creo que también a Quique, quien hizo la producción durante el evento. Además celebraron las personas con las que dimos forma a esta América va.Creo que la vida de los artistas está llena de buenos y no tan buenos momentos. Éste, el ganar en el festival en Oruro, pertenece a los recuerdos gratos y es un importante reconocimiento a lo que damos cotidianamente en la producción del arte popular.
— ¿Cómo evalúa el festival Aquí... canta Bolivia?
— El festival en general fue muy hermoso, al igual que los artistas, el público, la onda. Pero sobre todo me encantaron las vivencias que se dieron, no solo en el momento de estar sobre el escenario, sino en la hermandad y solidaridad que existieron durante todo el tiempo que duró el festival: desde el momento en que llegué a la ciudad de Oruro hasta cuando salí en el viaje de vuelta.
Tuve la suerte de estar en algunos festivales de distintas partes del mundo y en diferentes épocas de mi vida, y puedo decir que ésta fue una hermosa experiencia que recordaré por siempre.
— ¿Cuál es su opinión sobre la música boliviana que pudo apreciar en el evento?
— Lo que escuché en estos días me gustó mucho. Me parece que no solo suena a andino, también suena a nuevo, a búsqueda.
Diría que existe una propuesta ancestral que identifica a ese pueblo, pero que está acompañada de deseos de construir nuevos momentos. Por todo eso creo que la música boliviana se está dirigiendo hacia nuevos y frescos caminos de composición y de interpretación en el mundo.
— Habiendo visitado varias ciudades de Bolivia, ¿qué puede rescatar de la producción musical del país?
— Escuché varias propuestas de distintos sitios en estos últimos meses. Creo que la música boliviana no solo se asienta en el sonido de los instrumentos ancestrales como el charango, la zampoña y la quena, sino que además tiene la fortaleza de textos que muestran la cultura de un país.
— ¿Cuáles son sus planes para el futuro, espera volver pronto?
— Tengo muchos proyectos en mente, principalmente publicar nuevos discos, conciertos y viajes. Pero, sobre todo, quiero planificar el regreso a Bolivia para el próximo año, quizá en mayo.
— Usted vive actualmente en Ecuador, ¿cuánto hace que radica en ese país y qué es lo que le atrajo de él?
— Me quedé en Ecuador hace 27 años. Fui invitado por Unicef para desarrollar un proyecto de comunicación y desde ese espacio seguí construyendo mi carrera musical, enfocándome en la fusión y las propuestas musicales de varios países de América.
Para los músicos, y creo que para los artistas en general, el mejor lugar donde quedarse es aquel donde te permitan hacer lo que quieres en total libertad.
Yo he dedicado toda mi vida a la música y descubrí que para mí ese lugar ideal es Ecuador. En ese país construí música, futuro, familia y todo lo que se necesita para vivir bien.
— ¿Cómo define la música ecuatoriana?
— Es difícil porque allí existen muchos géneros, igual que en cualquier nación. Quizá lo más chévere de los últimos tiempos fue la aparición de una nueva música de autor (cantautores), que se sigue ganando un lugar muy privilegiado en Ecuador. Por lo demás, claro, tenemos rock, música andina, clásica, popular, tradicional y otras. Para mí la música ecuatoriana es la expresión de un sentimiento que todos allá llevamos dentro nosotros en cada momento del día.
Perfil
Nombre: Alberto Caleris
Nació: 1954
Profesión: Músico
Un músico de adopción
Alberto Caleris nació en Argentina pero vive hace más de 20 años en Ecuador, país al que representó en eventos internacionales como el Festival de la Canción de Viña del Mar.
En 1993 participó en Argentina en varias giras y festivales junto a intérpretes de la talla de Lito Nebbia, Víctor Heredia, Yabor y Jorge Cumbo. En 2007 realizó un Homenaje a Oswaldo Guayasamín. En 2011 grabó el CD Gente de América con músicos como Lito Nebbia.
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