Si bien la canción está en proceso de producción se tiene previsto que sea puesta a consideración del público a fin de mes.
Hablar de Luis Rico es remontar a músicas protestas más que amor y desamor, todas estas con un mensaje expresan a través de sus letras. Según el artista esta pasión nació en el año 1968, cuando un joven universitario vivió lo que fue la muerte de Ernesto “Che” Guevara y la masacre minera durante el gobierno de René Barrientos.
“Era como que yo quería ser un profesional, sin embargo todo dio una vuelta cuando vi la realidad que vivía mi país y la cotidianidad entonces sentí que alguien debía decir algo y fue así que a través de una guitarra y mi música comencé a hacer escuchar mi voz”.
Desde la fecha, hasta entonces su creatividad contrasta con canciones con un sentido y contenido, cuenta historias y hace un recorrido por Bolivia con sus letras y compases, una Bolivia que muchos bolivianos ignoran.
En esta oportunidad el tema está dirigido a Alexander y a su aberrante deceso, motivo por el cual pide justicia, no sólo castigando a los culpables sino apurando el proceso a cargo de los fiscales, asignados al caso quienes cometieron una injusticia contra Carlos Quisbert, periodista de EL DIARIO.
“El periodismo ya no es una profesión de moda es un oficio de alto riesgo es por eso que además quiero sensibilizar a la gente para saber que un día en realidad existe la democracia y justicia en Bolivia lastimosamente tiene que ser con esta canción que refleja el sufrimiento de nuestro bebé Alexander antes de morir –agregó– lo único que espero es que el pequeño angelito esté como el último párrafo de la canción: Ya puedo ver que en ti crecen alas, se extienden alzando el infinito y llegan al lugar donde te instalen jardines de color los angelitos”.
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