“Es el proyecto sonar, que se hizo con una recolección onomatopéyica de los sonidos que emiten los animales. Con ella se compusieron músicas que ayudan a la conducta humana. Las melodías alteran el estado de ánimo y conducta. La aplicación de esta terapia se aplica con el apoyo de un psicólogo”, dijo.
Las bandas de tarkas, sicuris y otros instrumentos de viento, Sicuri Mayor de Taypi Lliji Lliji, son dirigidas por el hermano Carlos Mamani. Este conjunto se ha organizado según las costumbres ancestrales de las comunidades originarias del altiplano. En las antiguas civilizaciones andinas, dijo Kanashiro, los ancestro utilizaban la música para regular el ánimo de la gente. Para la guerra, interpretaban melodías específicas y otras para la época de la siembra, la cosecha y las actividades comunales.
La comunidad Candelaria graba estas músicas en discos compactos (CD) con fines terapéuticos, dijo. La terapia con estos discos requiere de asesoramiento. Los interesados pueden recurrir a los teléfonos 60647389 y 75247001.
La banda musical puede visitar a las comunidades y los grupos familiares de hermanos que tienen conflictos para someterlos a un tratamiento terapéutico. Se reúne a todos los miembros, quienes además de escuchar la música deben bailar según las indicaciones de los terapeutas.
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