Los artistas se presentaron en un teatro de la ciudad el viernes 4 de julio y después cumplieron con una actuación en el local La muela del diablo. Al culminar el show, los músicos tomaron uno de los taxis que trabajan habitualmente con el local y que los trasladó hasta el lugar donde se hospedaban.
El taxista los ayudó a bajar los estuches, pero uno de ellos se quedó en el vehículo.
Los instrumentos de viento que guarda son costosos por ser profesionales y son la herramienta de trabajo del grupo, por lo que pidieron que el móvil que hizo la carrera les devuelva los mismos.
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