Charanguista boliviano reclama al Gobierno trato económico a artistas

ADRIÁN ARUQUIPA, EN UNA IMAGEN CAPTADA POR EL LENTE DE EL DIARIO.

“Me gustaría volver aquí, extraño mi llajta, la gente, la comida, pero lamentablemente no hay de qué vivir; allá tengo todo. Volveré a irme a Brasil”, declaró el charanguista y músico multifacético Adrián Aruquipa, que hoy y mañana brindará un concierto de charango y de otros instrumentos con músicos invitados en el Cine Teatro 6 de Agosto, desde las 19.30 horas.

Quien se dedica a la música desde sus 10 años, interpreta el charango y otros instrumentos de viento, es el mayor de varios hermanos –oriundos de Corocoro–, todos músicos que radican en el exterior, asegura que migraron a Chile desde muy jóvenes, cuando su padre murió, “a buscar mejores condiciones de vida”.

“Vi que en Chile no se conocía el charango o la zampoña y decidí que con mis hermanos nos íbamos a dedicar a la música boliviana. Al principio nos recibieron con mucha indiferencia, no nos dejaban tocar, y ahora ellos quieren usurpar nuestros instrumentos”, dijo.

Declaró también que en varias ocasiones, cuando ya era reconocido, le ofrecieron representar al vecino país como si fuera chileno: “Yo no quise. Yo represento a mi país, me sentiría un traidor", sentenció.

APOYO ECONÓMICO

“Yo viajé a varios países por iniciativa propia, lo hice por difundir el charango”, acotó quien conoce todos los países de Latinoamérica, además de Alemania, España, Francia y Japón.

Aseguró además que le gustaría que los músicos sean reconocidos económicamente por el Estado, especialmente aquellos que tienen gran recorrido.

“Sería bueno que recibieran un salario. Los músicos andan por su cuenta. Por ejemplo, en Perú, los que dedicaron su vida al arte reciben una pensión vitalicia. Esto se consolidó durante el Gobierno de Alan García”.

Aseveró también que le sugirieron nacionalizarse chileno, porque tiene las oportunidades, pero lo negó.

“En Chile viven bien. Todos los afiliados al Sindicato de Músicos tienen trabajo. Allá todo es lucro. Nosotros pasamos hambre; a veces vivimos bien, a veces vivimos mal”, concluyó.