miércoles, 30 de noviembre de 2016

Temples y melodías quechuas en un producto discográfico

“Temples y melodía quechuas” es un producto discográfico fruto del trabajo de cinco años de investigación a cargo de los experimentados artistas Pablo Reynaga y Vimar Chire, integrantes del grupo Herederos.

El disco contiene 30 temas del acervo musical quechua y su lanzamiento está previsto próximamente.

A propósito, el músico Pablo Reynaga, ex integrante del Grupo Norte Potosí, quien se alejó de la conformación debido a un grave accidente, comenta lo siguiente.

“Hace algunos años, conversando con algunos amigos, debatimos un poco sobre la música y la coyuntura con pocas propuestas musicales. Les hablé de mi región y su música. El charangueado es tan amplio y diverso; variedad de afinaciones, rasgueado, tamaños de charango. Cada región y pueblo tiene su particularidad… terminé de decir eso y cerca estaba una persona mayor, quien dijo lo siguiente: felicidades jóvenes, escuché con bastante atención y detenimiento la conversación, muy buenas las observaciones y críticas que cada uno de ustedes hizo en relación con los grupos actuales; pero ¿qué están haciendo ustedes?, aquí no se trata de discursos sino se trata de hacer nuevas cosas. No me sentí bien, porque era como si alguien me hubiera dado un golpe y me hubiese tumbado al piso, pues nada había hecho por mucho tiempo. Fue una crítica dura que hizo que asuma un proyecto.

Ese día cambió todo para mí y me propuse hacer nuevamente música… Casi de inmediato me fui a Cochabamba a buscar a mi maestro Vimar Chire. Él dedicado a su trabajo como profesor de música con la banda de su colegio, llegando emocionado le expliqué la idea del proyecto…. Le planteé hacer un homenaje a los músicos de la región quechua, seleccionamos 100 grupos. Escuchamos 30 temas para nuestro gusto. Vimar argumentó que no es correcto hacer una recopilación, además se trata de un homenaje a los maestros, debemos hacerlo bien. Hasta entonces yo tocaba más o menos el charango, tuve que ensayar alma vida y corazón, hasta en mis sueños rasgueaba el charango”.

El material es un homenaje a la región quechua (Chuquisaca, Potosí, Oruro y Cochabamba). Se muestra letras y melodías originales y también tamaños de charangos, pues casi todos creen que el charango es de un solo tamaño y no es así. “Cada pueblo tiene una forma de construir su charango o estilo y su propia característica de interpretación. Desde los walaychos hasta los machu charangos”, explica Reynaga.

Otro aspecto importante también es la forma de tocar el charango o más bien, la forma de rasguear, y eso también está plasmado en este trabajo. “Mediante un rasgueo podrías reconocer de qué pueblo se trata”, explica.

Para este proyecto, el artista invitó a los músicos Carlos Arguedas (director del grupo Boliviamanta), Willy Blanco (Alaxpacha), Vimar Chire (ex director de Norte Potosí), Juan Huatuco (saxista peruano), Víctor Colodro (Willka Mayu) y Marcelo Peña (Luz del Ande).

“Cada música tiene su propio estilo y su encanto particular, por ello se ha tenido que buscar a diferentes voces femeninas y son trece las personalidades que invitamos”, apuntó.

Ellas son Esther Marisol, Naira Porco, Laura Reyna, Ivonne Campos, Mariza Barrientos, Carola Molina, Encarnación Lazarte, Tania Suárez, Gloria Huayraje, Avelina Reynaga, Zulma Arce, Noemy Flores y Nardy Barrón.

“Este proyecto musical tiene un propósito y un objetivo principal: mostrar que el charango con cuerdas metálicas es del Suyu Charca Qharaqhara, en este lugar nada más se toca este charango en sus diferentes variedades de tamaños, formas de afinaciones y formas de rasgueo”, concluyó.

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