lunes, 15 de agosto de 2016

El legado de Los Masis




Contra todo pronóstico en su tiempo, revalorizaron la música autóctona y el folclore popular chuquisaqueño introduciéndolo en el gusto de la clase media. Era una época en la que la sociedad sucrense estaba llena de estereotipos respecto a lo nuestro. Primero fue un grupo musical, después centro cultural y, por último, fundación. Los Masis… nombre propio de una institución modelo a nivel internacional que formó a más de 15.000 niños desde su creación, hace ya 47 años.

El 22 de enero de 1969 se crea este que es uno de los conjuntos folclóricos más importantes del país. Masis, en quechua, significa amigos, compañeros, camaradas. La agrupación reunía a cuatro jóvenes que llegaron a Sucre para estudiar en la Universidad San Francisco Xavier: Carlos Antezana (Cochabamba), Víctor Yañez (Potosí), Ramiro Escalera (Cochabamba) y Roberto Sahonero (Oruro).

En 1970, cuando Roberto Sahonero, fundador y líder de Los Masis, trabajaba en la Escuela Daniel Calvo como profesor de Inglés, conformó la primera “tropa” de sicuris y zampoñas con algunos alumnos. Los denominaron “Juch’uy Masis” (pequeños amigos), les enseñaron a tocar instrumentos, a cantar y bailar. También fundaron la Escuela de Básquet “Los Masis”.

Sahonero recuerda que, por esos años, ciertos grupos sociales de Sucre discriminaban a los músicos folcloristas porque no sentían empatía con la búsqueda de la identidad cultural, y dice que incluso les escuchó decir: “estos indios, ¡qué quieren…!”.

Sin embargo, los padres de Los Juch’uy Masis, al escuchar la música interpretada por los niños, quedaron maravillados y empezaron a apreciar la música autóctona. Según Sahonero, esto tuvo un→ →efecto multiplicador porque de 12 aumentaron a 30 niños.

Participaron en conciertos y ferias como la Vitivinícola de Camargo, donde fueron escuchados por el presidente Hugo Banzer. En otra ocasión, el entonces mandatario los hizo llevar en avión militar a La Paz para que se presentaran ante el cuerpo diplomático. “Nos alojamos en el hotel Crillón, donde los niños bajaban y subían en el ascensor a su antojo”, recuerda, con nostalgia, el músico.

Hacía de maestro de ceremonias el fallecido presentador de televisión “Lalo” Lafaye, a quien Banzer pidió el micrófono y le dijo: “cuando tocan los Juch’uy Masis, su presidente los presenta”. Sahonero dice que ostentaron un espectáculo variado llevando trajes de Tarabuco, de la puna de Potosí y de la cultura andina. Horas después, Banzer en persona les sirvió la cena a los niños.

Desde entonces, el grupo se organizó mejor y en 1972 comenzó a funcionar el Centro Cultural Masis (CCM), aunque sin personería jurídica. Las diferentes generaciones de Juch’uy Masis hicieron una gran carrera, siempre con el apoyo de sus padres. “Una actuación abría las puertas para otros eventos”, relata a ECOS Sahonero, el “Tata”, como le llaman. La memoria viva de esta institución.

Un par de ejemplos 
En 1975, Los Masis viajaron a Brasil. Llegaron a una escuela de samba y capoeira que atendía a jóvenes y adultos. Los maestros, al apreciar el arte de Los Masis y escuchar sus experiencias con los niños, “abrieron los ojos”, dándose cuenta de que era importante trabajar con ellos porque se estaba perdiendo la identidad cultural.

Tiempo después, la agencia de viajes paceña Globetrotters Club los llevó a La Paz, vía aérea, para dar un concierto; esto les abrió las puertas del mercado europeo.

Recorrieron varios países en una gira que duró tres meses y, a partir de ese momento, irían muchas veces al Viejo Continente.

Sahonero cuenta que actuaron en las mejores salas de conciertos, presentándose por ejemplo en el Museo del Louvre y en la Catedral de Notre Dame de París, en las estaciones de Skatepark de Arousa, en Elche (España), donde el Alcalde les dio la bienvenida con un almuerzo. Actuaron para el Sha de Persia, por citar algunos lugares donde pasearon su arte, colocando en alto el nombre de Sucre y de Bolivia.

“Ahí nos dimos cuenta de la importancia que tenía cuidar el patrimonio cultural de un país”, refuerza la idea de la identidad. La personería jurídica del Centro Cultural Masis la obtienen en 1980.

Disciplina, sinónimo de éxito
¿Cuál era la clave de su éxito? La disciplina. Cuando los músicos fundadores lograron su título universitario, se marcharon. Pero Sahonero, aunque le esperaba un trabajo en su natal Oruro, decidió quedarse y empezó a buscar músicos para Los Masis. Cuenta que tuvo que reclutar gente del interior porque los que había en Sucre “eran muy informales”.

“Estábamos desarrollando nuestros talentos. Trabajar en lo que más te gusta es lo mejor, hacer música es un trabajo privilegiado y no podíamos estar con informalidades”, sentencia.

Así, tras el paso de diferentes músicos, la segunda generación fue la que permaneció unida por más tiempo. Gracias a la música recorrieron 34 países, con gran éxito en Estados Unidos y en el centro y norte de Europa.

“En ese tiempo Bolivia era conocida por los golpes de Estado, por las dictaduras y por el tema de la cocaína; nosotros mostramos el patrimonio cultural del país y además hacíamos presentaciones turísticas, de una forma bien didáctica, mostrando la geografía del país, los pisos ecológicos que coincidían con la música y las danzas de cada región, mediante transparencias. Hicimos querer a Bolivia”.

Destaca, entre otras, la participación de Los Masis en el Festival Mundial de Folklore de Drummondville, Quebec (Canadá); en la Smithsonian Folklife Festival de Washington DC, (EEUU); en el Festival de Música Latinoamericana “Tambo Andino” de Chile.

La investigación
Sahonero dice que Bolivia se convirtió en un referente de investigación para los estudiosos. Y desde hace 15 años llegan cooperantes de Alemania al CCM, para hacer su pasantía durante un año.

Los Masis siempre buscaron sus raíces andinas, lo que les llevó a reubicar sus intereses musicales en la investigación etnomusicológica y la formación de músicos aptos para los instrumentos nativos andinos, formando un movimiento cultural.

Según el “Tata”, quienes propician los recitales del grupo, con circuitos bien organizados en el exterior, son centros culturales o instituciones reconocidas como la GTZ o la Diócesis de Tréveris, por mencionar solo dos. De hecho actualmente su mejor plaza está en Alemania, donde el año pasado ofrecieron 98 conciertos.

El 40 por ciento de las ganancias económicas que obtienen en esas giras lo destinan al equipamiento y mantenimiento del CCM.

La formación
Uno de los orgullos del CCM es que en sus aulas se hayan formado personalidades y profesionales reconocidos de nuestro medio. “Donde hay disciplina, el éxito es seguro”, remarca Sahonero.

Los Masis generan procesos dinámicos de promoción de los valores socioculturales mediante su rescate, preservación, revalorización y difusión, integrando culturalmente lo urbano con lo rural y trasladando las expresiones étnicas a los escenarios de Bolivia y el resto del mundo.

Los Masis crearon la Asociación de Conjuntos Folklóricos “Virgen de Guadalupe”. Su objetivo era que la fiesta de septiembre generara un movimiento turístico favorable para Sucre y, además de organizar y reforzar la devoción por la patrona de Sucre, se generaba un movimiento económico de beneficio para la población.

“Un Mañana con futuro”
El centro cultural se transformó hace pocos años en fundación, y ya no solo se aboca a la enseñanza de la música y a la interpretación de instrumentos nativos como aerófonos, cordófonos, membranófonos, danza y canto, sino que cuenta además con el programa “Un Mañana con futuro”, que alberga a 65 niños en diferentes horarios. Allí, Los Masis inician en la enseñanza musical con las zampoñas, que combinan con una hora de apoyo pedagógico, dirigido por pasantes de la carrera de Pedagogía. Los niños también reciben atención y seguimiento psicológico y una merienda nutricional.

El 85 por ciento de los alumnos provienen del área periurbana y estudian en colegios fiscales, según informa a ECOS la encargada de Gestión de Proyectos y de Eventos Culturales, Gabriela Sahonero.

Cultura yampara
Los Masis mostraron al mundo la cultura yampara a través de los escenarios, trabajaron en la comunidad Miska Mayu con un proyecto sociocomunitario, construyeron un internado, una escuela y campos deportivos, e instalaron los servicios de agua y energía eléctrica.

Allí mismo impartieron enseñanza con un currículo propio, en la lengua quechua y en español, utilizando elementos de la cultura andina como tejidos, cerámica y otros.

Asimismo, rescataron los ritmos musicales ayarichis, sicureadas, pacpakus y otras melodías del folclore popular. Con ese fin, Roberto Sahonero estudió Antropología (hizo media carrera porque sus compromisos no le permitieron continuar), para entender etnomusicológicamente la riqueza musical que tiene el país y su diferencia con el resto del mundo. “Lo mejor que tiene nuestra música es la subjetividad y la espiritualidad, que en otros países se perdió debido a la globalización”, asegura él.

Los Masis no descansan en su propósito de mantener vivo el patrimonio cultural chuquisaqueño y boliviano. Por eso transmiten permanentemente a las nuevas generaciones la gran riqueza musical heredada de nuestros ancestros en el Centro Cultural Masis, semillero inagotable de talentos…

“EL TATA”, BREVE
- Roberto Sahonero nació en Oruro hace 67 años. Es hijo de Guillermo Sahonero Rocha y de Octavina Gutiérrez Román. El mayor de ocho hermanos, de los cuales seis se dedican al folclore: unos cantan y otros danzan.
- Está casado con Eliana Gómez. Es padre de Gabriela Sahonero Cuéllar (un hijo), encargada de Gestión de Proyectos y de Eventos Culturales del Centro Cultural Masis (CCM) y de Roberto Huáscar Sahonero Cuéllar (dos hijas), responsable de la Unidad de Comunicación del CCM y profesor de canto; él toca el bajo y es la primera voz de Los Masis.
- Estudió becado en el colegio Anglo Americano de Oruro. Obtuvo dos bachilleratos gracias al intercambio de estudiantes: uno en Oruro y el otro en Kansas, EEUU.
- Se tituló como licenciado de las carreras de Turismo y Administración de Empresas de la Universidad San Francisco Xavier.
- Sahonero es políglota: habla quechua, inglés, francés, alemán (domina los cuatro) y portugués. Siente la frustración de haber aprendido solo un poco de aymara.
- El líder de Los Masis bailó desde los tres años en la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada de Oruro.
- En Sucre baila la morenada desde 1987. En 1994 fundó la Diablada Centro Cultural Masis.
- En julio de 2014, el Ministerio de Educación le otorgó el título de “Maestro de las Artes” por su trayectoria, obra artística, aporte a la educación boliviana y a la construcción de la memoria, identidad y cultura del Estado Plurinacional de Bolivia.
- En septiembre de 2014 recibió el título de World Master, otorgado por la República de Corea.

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