El nacimiento de esta institución autóctona está en el Instituto Superior de Bellas Artes (ISBA), por interés de algunos alumnos y docentes que buscaban revalorizar algunos rituales ancestrales a través de la música, interpretando melodías acordes al ande boliviano.
La presentación de Sonk’o Wayras por las calles orureñas fue interesante y mística, siendo acompañados por otras comunidades de características similares, partiendo del centro de la ciudad y llegando hasta su característico lugar de reuniones y rituales, como son las "Cinco Esquinas".
La música autóctona tiene un ritmo singular, ya que se utilizan instrumentos de viento como la zampoña o el sicu, bombos, que al ser interpretados al unísono se crean melodías místicas, que se escuchan en los desolados parajes de la pampa. Los ritmos tradicionales autóctonos tienen su significado y tiempo porque algunos son más rápidos que otros, algunos se interpretan en primavera, otros en otoño, verano e invierno.
Estas características son interpretadas y respetadas por los integrantes de la Comunidad "Sonk’o Wayras", quienes después de una década aportando no solo con música, sino también con investigación y rescate de tradiciones aún muestran su compromiso para cumplir con la preservación de nuestro patrimonio andino.
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