LA VOZ INCONFUNDIBLE DE PEDRO FLORES, EL CAMBA SOTA

“Cambita dame tu cariño para mí, porque te quiero, aguaterita, dulce amor, dime que sí”, cantaba Pedro Flores Escalante y las mujeres cruceñas suspiraban. Continuaba con “Desde Santa Cruz con mi negra yo voy hasta el Piraí pa’ gozar mejor” y la fiesta se armaba en el Piraí, en las casas, en los locales nocturnos y donde fuera que llegara la voz de este legendario personaje de la tierra oriental, conocido como el Camba Sota.
Recordado por poseer un inconfundible registro vocal entre los artistas de la región, Sota también es fiel representante del cruceño con espíritu carnavalero, ese que hace de la bohemia una forma de vida.

Amante de su tierra
Pedro Flores Escalante nació el 15 de abril de 1938 en Santa Cruz de la Sierra. Fue hijo de Ignacio Flores y Luisa Escalante. Su vocación por la música se remonta a principio de los años 50, cuando formó parte de la orquesta Tasca, propiedad de Irene Flores, en la que hizo de baterista y de guitarrista.
Según el líder de Los Cambitas, Armando Terceros, uno de los maestros de guitarra del Camba Sota fue el chileno ‘Pepe’ Ávila, que radicó varios años en la capital cruceña. En 1952 comenzaron sus actuaciones como cantante en radio Electra y radio Rural. En 1957 creó su primer trío Los ases del ritmo, con Carlos Cortez y Julio Ribera. En 1958 formó el conjunto Los amantes del ritmo, junto con Wálter Borda, Manuel Arredondo y Pedro Rodríguez.
Estos dos últimos, junto a Sota, viajaron por primera vez al exterior, inicialmente a Argentina, donde el director de la radio Güemes, de Salta, rebautizó al conjunto con el nombre de Los Cruceños. El grupo viajó al año siguiente a Buenos Aires para tocar en programas de televisión y en teatros. Allí grabaron su primer Long Play con música oriental titulado Bolivia canta con Los Cruceños, que cosechó éxitos en el país vecino, incluso sus canciones se escucharon en Chile.
Al volver a su tierra natal, una caravana los acompañó desde el aeropuerto El Trompillo hasta la plaza 24 de Septiembre, donde los agasajaron. Al poco tiempo, el trío se desintegró y Salvador Rodríguez junto a los hermanos Oyola formaron Los Cruceños en Argentina.
Después de idas y venidas al exterior, Sota optó por quedarse en Santa Cruz de la Sierra, donde se sentía a gusto y querido por todo el mundo. En lo musical, tuvo una conexión inmediata con Gladys Moreno, a la que acompañó en gira por el país y terminó siendo su compadre.
El Camba Sota también compartió giras con Los Cambitas, con Los Cunumis y con el Cuarteto Santa Cecilia. Entre 1972 y 1978 grabó dos discos como solista, uno bajo el sello Lauro y otro financiado por Panamericana Discos.

El final
Su adicción por el culipi (bebida con agua, alcohol y limón) lo llevó a la tumba el 28 de julio de 1979, a raíz de una cirrosis que lo mantuvo enfermo por un tiempo. En la actualidad se lo sigue recordando como uno de los mejores cantantes que nacieron en esta tierra. Desde hace 34 años sus restos descansan en uno de los nichos del Cementerio General

Lo recuerdan

Bismarck Kreidler
Periodista
Seguiría siendo gran figura
El Camba Sota tuvo una de las voces varoniles más representativas del canto cruceño. Pudo descollar aún más, pero resignó mayores chances de ser famoso afuera por ser consecuente con su cariño por Santa Cruz de la Sierra. Si estuviera vivo seguiría siendo una gran figura de la música.

Jorge Gil
Radialista
La mejor voz de bolivia
Fue un hombre de una voz extraordinaria. Pedro cantó con los primeros mariachis de Santa Cruz. Fue una persona que no era del montón, no pasaba desapercibido. Lamento que artistas como él hubieran sido vistos como un vecino más de la calle. Sin duda fue la mejor voz de Bolivia.

Francisco Flores
Hermano
Nos dejó su música de herencia
Fue un ser especial. Tuvo un buen carácter, le sonreía a todo y era muy amiguero. La gente que iba a ver sus actuaciones lo respetaba mucho. A la familia nos dejó como única herencia su música. Aún me sorprende que la gente lo siga escuchando y que lo aprecien.